Buscaba algún sacerdote Para dar la extremaunción en un tiempo tan difícil de pandemia y de dolor. Y buscando entre los hombres no le podía encontrar pero una llamada al Cielo lo hizo posible y real. No son curas pensé yo que son Ángeles del Cielo los que por amor a Dios nos dan su vida y consuelo. Nadie se atreve a pasar por temor a contagiarse tan solo los sacerdotes entran para confesarles. No solo son los médicos los que el enfermo demanda también necesitamos curas para sanar nuestras almas. De nada le sirve al hombre lograr del cuerpo la sanción si el alma que es inmortal no logra su salvación. Gracias a estos Ángeles que arriesgando sus vidas salvan la de tantos hombres que a Dios costaron su vida Dedicado a Javi Martín y a cuantos administran este S.Sacramento, en tiempos de pandemia… Contacte con nuestros anunciantes Contacte con nuestros anunciantes Contacte con nuestros anunciantes Contacte con nuestros anunciantes